En la fiesta de las barbacoas se regalaron plumas estilográficas

En la fiesta de la barbacoa se regalaron plumas estilográficas, y yo me alegré de regalarlas. Las estilográficas son bonitas, es divertido escribir con ellas y te hacen sentir más artista que mecánico cuando escribes algo con una. Pero las plumas estilográficas también son prácticas, fiables y duran generaciones si se cuidan adecuadamente. Son regalos estupendos porque son útiles y bonitos a la vez, pero también porque no hay nada como ver a alguien que nunca ha tenido o usado una pluma estilográfica entusiasmarse de nuevo por la escritura después de recibir su primera pluma.

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Regalé plumas estilográficas en la barbacoa.

Las estilográficas estaban viejas y polvorientas, pero seguían siendo muy bonitas. Eran todas del mismo estilo y color, lo que hacía que parecieran aún más un conjunto que si hubieran sido de colores diferentes.

Las estilográficas eran viejas y estaban llenas de polvo, pero seguían en buen estado. Llevaban mucho tiempo guardadas en una caja, por lo que al sacarlas estaban cubiertas de polvo. Las estilográficas eran de los años veinte y procedían de la venta de bienes de tu bisabuelo, que falleció a los 90 años justo el año pasado.

En la fiesta de la barbacoa se regalaron plumas estilográficas. En realidad no valían nada, aunque eran muy bonitas.

Parece que las plumas estilográficas son cosa del pasado, pero cuando yo era joven la gente las usaba a todas horas. Por aquel entonces, era habitual comprar plumas estilográficas nuevas y regalarlas durante las vacaciones o en ocasiones especiales, como cumpleaños o aniversarios. Hoy en día, la mayoría de la gente utiliza bolígrafos en lugar de estilográficas porque son más baratos y fáciles de encontrar en las tiendas (no todo el mundo piensa en comprar por Internet).

Aun así, si buscas algo especial para regalar a alguien en su cumpleaños o en cualquier otro día en el que quieras que piense en lo mucho que te importa -especialmente si no sabe mucho de artículos vintage como éstos-, ¡estos instrumentos de escritura antiguos pueden ser justo lo que necesita!

Eran todas del mismo estilo y color. Eran estilográficas, regaladas en la fiesta de la barbacoa. Se regalaron todas a la vez, en un gran lote. Cada persona recibía una, pero no necesariamente de la misma persona que le daba su plato lleno de alitas de pollo o ensalada de patatas.

Las estilográficas están hechas para regalar, no para vender.

La pluma estilográfica se inventó como un instrumento de escritura con el que se podían anotar pensamientos y sentimientos sin dañar el papel ni la propia pluma. Estaba pensada para que la utilizara todo aquel que quisiera una, independientemente de su estatus social o situación económica. También se hicieron pensando en la sostenibilidad: el hecho de que sólo necesitaran tinta (y no cartuchos) facilitaba su uso a personas de cualquier parte del mundo que no podían permitirse caros cartuchos (o incluso tinta).

Los repartí durante la comida de la fiesta, cuando estábamos comiendo todos juntos.

  • La barbacoa fue una comida festiva.
  • Los repartí durante la comida festiva, cuando comíamos todos juntos.
  • Se regalaron a las personas que querían uno y no podían permitírselo, pero también a las que ya lo tenían y sólo querían compartir su felicidad con los demás.

Las estilográficas venían en una caja con una cinta que envolví alrededor de cada una cuando salieron de nuevo al mundo. La caja era de regalo, así que ya tenía una bonita cinta. Me pareció que lo correcto era envolverlas de nuevo con la misma cinta, pero con algunos lazos adicionales para que tuvieran un aspecto más elegante y festivo.

Las estilográficas iban dentro de esta caja con su propio envoltorio especial: una capa de papel de seda (para protegerlas) y otra de plástico de burbujas (para amortiguarlas). Era importante que llegaran sanas y salvas a casa después de divertirse en nuestra fiesta.

Las regalé a personas que me dijeron que querían una pluma estilográfica pero que no tenían una o no podían permitírsela o simplemente necesitaban una más que nada en sus vidas ahora mismo, o nunca más después de este momento, también.

Las plumas estilográficas son un regalo valioso. No son algo que se pueda comprar en una tienda ni algo que la gente tenga siempre a mano. Es un artículo que hay que considerar detenidamente antes de comprarlo, porque es una inversión, el tipo de cosa que tiene valor a lo largo del tiempo y de las generaciones. Si regala una estilográfica a alguien, le está dando algo especial: la certeza de que ha dedicado un momento de su día a pensar en esa persona en concreto; la certeza de que no había otro regalo en toda la existencia en el que pudiera haber invertido su dinero; y quizá lo más importante: su confianza en él como persona que sabe lo importante que es que su instrumento o instrumentos de escritura sean de primera calidad.

Las plumas estilográficas son regalos que no se acaban nunca.

Cuando regalas una pluma estilográfica, estás dando a alguien algo que nunca se agotará. Es una inversión en la relación y demuestra que le aprecias. Si quieres demostrarle a alguien lo mucho que significa para ti, regálale una estilográfica.

Las plumas estilográficas son regalos que nunca se agotan. Es algo que se puede tener siempre a mano y que siempre estará ahí cuando más se necesite. Llevo años usando la mía y sé que no tardaré en dársela a otra persona que apreciará su valor aún más que antes: ¡alguien que quizá no haya tenido la oportunidad antes de hoy!

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